El sector cultural, creativo y artesano, las profesiones que engloba, la transición que ha experimentado durante los últimos años, los cambios tecnológicos a los que se enfrenta, su regulación jurídica, y su viabilidad económica, son algunos de los aspectos que se abordan minuciosamente en el análisis desarrollado dentro del proyecto Espacio Talento Joven, a través del programa Interreg. Hoy, desde este blog, vamos a intentar explicar las claves de un estudio que se adentra en las entrañas de un sector tan prolífico como heterogéneo, y en el que tienen cabida muchos más actores, de los que a priori, se consideran. Esto es lo primero que deja claro: “al hablar de sectores culturales estamos refiriéndonos a una realidad muy compleja”.
¿Qué son las industrias culturales y creativas?
La Unesco las define como “aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial”. Como vemos, y según se explica en el análisis, este enfoque pone énfasis no solo en el producto de la creatividad humana, sino en toda la cadena productiva: creación artística, preproducción, producción, exhibición y mercado.
División tradicional de los sectores culturales en España
Usualmente, los sectores culturales en nuestro país se han dividido en: artes escénicas, artes plásticas, libros y prensa, audiovisual y multimedia, el patrimonio y los archivos y bibliotecas, así como la música y la industria fonográfica. Y aunque ahora, las profesiones históricas se han visto sacudidas por la llegada de nuevas artes asociadas a los diferentes sectores, el análisis sugiere que lo que no varía es la fuerte dependencia económica de las ayudas públicas y la ausencia de un marco fuerte de regulación jurídica. Dos características comunes de las que solo se escapan el sector de los libros y la prensa, y la industria fonográfica.
En cuanto al sector artesanal, destaca la invisibilidad como principal singularidad de un sector que no existe como tal. A pesar de esto, señala que es
Fortalezas, amenazas y oportunidades en el sector cultural, creativo y artesano en la provincia de León
La calidad de oferta cultural, turística y de ocio y el alto nivel cultural de la población y los visitantes son las principales fortalezas de un sector amenazado por su dependencia económica de fundaciones y administraciones públicas. En cuanto a oportunidades, señala tanto la profesionalización del sector, como la mejora de infraestructuras (pone como ejemplo la llegada del AVE Madrid-León) y la celebración de eventos como la Capitalidad Gastronómica nacional en 2018.
En cuanto a las empresas artesanas, dice, se han convertido en una opción profesional para jóvenes emprendedores o alternativa laboral para aquellas personas que por edad, género o formación se pudieran ver excluidas del mercado de trabajo. Un sector que, por cuestiones de la baja inversión inicial, es una opción interesante para emprendedores. Además, estas empresas artesanas tienen una importante relación con el medio rural, estando gestionadas por mujeres un importante porcentaje. Por todo ello, el sector debe tener una consideración muy diferente en lo cualitativo y en lo cuantitativo.
La digitalización, el aumento de la conectividad y la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas ha de ser el camino a seguir para incrementar las oportunidades de negocio y hacer competitivas y rentables las empresas del ámbito cultural, creativo y artesano.